Por Hoover Wadith Ruiz Rengifo [1].
ETICON como símbolo de orientación ética individual y corporativa. Un punto y seguido.
Ha puesto de manifiesto el filósofo francés Gilles Lipovetky que ha llegado el tiempo de la <<cultura de la autenticidad democratizada, normalizada[2]>>, figura clave de la antropología de la hipermodernidad[3] individualista y mercantil. En este mismo sentido, son tiempos de búsqueda de autenticidad emocional. La antropología pone en consideración como baremo de cohesión el símbolo que esta vez reflota como cohesión en pro de la calificación intelectual del ideal de autenticidad de nuestros pueblos, por caso, Eticon como símbolo mundial de la ética. En los tiempos plasma que son los del mundo contemporáneo la fluidez de la comunicación es un imperativo utilizando un término kantiano, y los ritos se perciben como algo pasado de moda, obsoleto y un <<estorbo prescindible>>. El filósofo sur coreano que vive en Berlín hace más de 30 años, Byun Chul Han en su ensayo <<La desaparición de los rituales. Una topología del presente>> [2020] título original: Vom Verschwinden der Rituale. Eine Topologie der Gegenwart, señala que la desaparición de estos [rituales] acarrea el desgaste de la comunidad y la desorientación del individuo.
En este ensayo Byun Chul Han confirma que los rituales constituyen un fondo de contraste que sirve para perfilar los contornos de nuestras sociedades. En los tiempos actuales predomina la comunidad sin comunicación por la pérdida de los rituales sociales, paradójicamente en un mundo interconectado. Por manera que <<los rituales como acciones simbólicas, crea una comunidad sin comunicación, pues se asientan como significantes que, sin transmitir nada, permiten que una colectividad reconozca en ellos sus señas de identidad>> se extrae del ensayo de Byun Chul Han.
La cultura de la autenticidad es el <<sorpaso>>para la reivindicación de las diferencias históricas de los pueblos. La fuerza comunitaria se alimenta de nuevos símbolos necesarios para la lucha contra la corrupción. Eticon representa el paso hacia una cultura de ética más allá de la legalidad que se vislumbra legitima. y es una bisagra de cohesión de la comunidad por las buenas prácticas como motor de desarrollo.
Cualquier ideación plausible y seria se refunda en tres postes de referencia: un aspecto filosófico, en la legalidad {legitimidad], y en una elevada axiología. Su irrupción contiene elementos de ética, legitimidad y bien común El punto de vista filosófico de eticon es multidimensional, de oriente a occidente, de norte a sur. No se trata sólo de ver, tocar, portar el símbolo ETICON, como un abalorio, como ya se viene haciendo, lo que significa conformarse con una visión miope y superficial de pretender cumplir, tampoco ser un mero instrumento curioso y tierno como eclipse de difusión filosófica etiwashing.
El peso de autenticidad está que sea real y pragmático[4] [efectivo], de trabajo correcto y de progreso que traduce este imaginario en el mundo actual. En el tiempo de los adioses irrumpe con fuerza el adiós a la <<retórica de cumplimiento>> que se ha convertido en COMPLIANCEWASHING dando paso a los paper comliance. Son tiempos de ética colectiva que supera el radical chic, para ceder el turno de la radical transparency.
El siglo XXI es de Democracia Transparente más que de Representación.
La exigencia de que ETICON y sus diferentes manifestaciones éticas, culturas de transparencia, de autenticidad y mercantil sostenible, es una necesidad en el mundo contemporáneo que está en boca de todos porque son tiempos de existencia como especie que ha generado la <<fiebre de cumplimiento>>.
Eticon es un desafío que arredra revisitar la memoria clave en los tiempos hipermodernos y de horizonte post deontológico, porque uno de los miedos más profundos en el ser humano es la pérdida de su moral y eticidad que en los tiempos de algoritmos responde a una de las cuatro [4][5] preguntas que se hizo el filósofo de Königsberg Immanuel Kant {1781} ¿qué es el hombre?, lo que conlleva a interrogar ¿qué somos?, aún sin respuesta plausible como anota el filósofo alemán Jürgen Habermas.
La quietud por las reivindicaciones éticas de ser correcto y verdadero en un mundo mentiroso genera una consecuencia negativa al mejor estilo de <<la metáfora de la rana>> en sistemática erosión en el entendido que nuestra ética se ve amenazada. En términos de psicología profunda la pérdida de nuestra autenticidad y moral reflejada no sólo en el sujeto individual sino en el sujeto corporativo que nos permita vernos al espejo sin vergüenza.Ser ético nos hace auténticos. La ética y las buenas prácticas se erigen como un derecho fundamental. La ética construida contribuye a nuestra definición como humanos, en un momento de incertidumbre {Michel Obama], oscuro {Markus Gabriel}, líquido {Zygmunt Bauman}, de indeterminación {Jhon Clauser, Alan Aspect y Zellinger], de desconfianza, cansado {Buyng Chul Han}, perplejo, de hipnocracia[6] como señala la IA, algorítmico, gaseoso {Gilles Lipovestky], caótico, imprevisible, turbulento [Alan Greespan], un mundo donde las ciencias sociales crean nuevos conceptos, como la sociedad plasma, lo que antes lo hacía la filosofía antes de perder su papel prometeico. Este mundo es Plasma {Hoover Wadith Ruiz Rengifo], un mundo cansado [Byun Chul Han], inestable, decolonial [Aníbal Quijano Obregón], anti dogmático {Barack Obama, Alejandro Nieto, Zaffaroni, Enrique Haba, Kai Ambos, Minor E. Salas, Hoover Wadith Ruiz Rengifo], indescifrable {Lacroix], digital y de reivindicaciones, un mundo de ajedrecistas y no de los ángeles como diría Borges.
Un mundo donde las máquinas y la IA son las que redefinen nuestra relación con la realidad.
En sumillas, ETCON no es una arcilla, 3D, ni un mero peluche; es un espejo de transparencia y autenticidad que refleja un matiz responsivo de quiénes somos y qué significa existir como humano en este mundo complejo, cambiante, rápido que cada milésima de segundo nos deja en modo patidifuso. Apostamos por la importancia de una regulación ética corporativa en materia penal para una <<<nueva humanidad>> justa y sostenible.
- LOS TIEMPOS PLASMA.
<<En los tiempos plasma, la experiencia del pasado guía, el lenguaje del presente interpreta y la ética del futuro ioniza lo gaseoso en acción sostenible.>>
Para nosotros los tiempos actuales son plasma. Hemos superado la hipermodernidad[7] brillantemente descripta por el filósofo francés Gilles Lipovestky. Son momentos de ionizar la hipermodernidad que es gaseosa con ética {Responsabilidad] y sostenibilidad.
La postura del pragmatismo tradicional se centra en la experiencia, como lo fue la posición disruptiva del pragmatista Juez norteamericano más citado de los Estados Unidos, Oliver Wendell Holmes Jr, hijo del médico, poeta y escritor del siglo XIX Oliver Wendell Holmes. En efecto, Holmes Jr, escribió la maravillosa obra más citada de los Estados Unidos publicada en 1959, The path of the law [La senda del Derecho], de inconmensurable fama, por detrás sólo de la obra de Cesare Beccaria <<De los delitos y de las penas>> publicada en 1764, y la obra de Rudolf von Ihering <<Lucha por el Derecho>>, conferencia pronunciada en la Universidad de Viena en el año de 1872. Es contundente y demoledora la frase del Juez Holmes al señalar que <<la vida del Derecho no ha sido Lógica, ha sido experiencia>>, frase que se lee al inicio de su libro <<The Common Law>>. Un pragmatismo centrado en la experiencia. Seguidamente el pragmatismo de Richard Rorty se centra en el lenguaje, por lo que es considerado como un neo pragmatismo.
El resultado de todo esto es que las ciencias humanas, según Rorty, no se pueden estudiar de la misma forma que las ciencias naturales.
<< Los tiempos plasma nos llaman a transformar lo gaseoso en sólido: la lógica en experiencia, el lenguaje en puente y la ética en sostenibilidad y autenticidad >>.
De Rorty nos quedamos con la idea de pensamiento definido por su desapego a la metafísica y por oposición a las corrientes filosóficas de la <<vieja Europa>> como el positivismo, la filosofía analítica y la fenomenología. Hay que superar el <<recitado>> pensamiento europeo. Es hora de un suspenso de pensamiento ante la comprobación del hecho que la filosofía es contingente.
Hace rato decía el filósofo alemán Fiedrich Niezsche <<no hay hechos, sino interpretaciones>>. Parece que estaba equivocado el filósofo alemán, porque si hay hechos, pero estos hechos no está en la filosofía que es contingente, sino en las prácticas sociales, que no depende de las interpretaciones, allá en las calles y en la necesidad. ETICON VIVE, y es un hecho.
A decir verdad, las reflexiones filosóficas occidentales durante más de dos siglos sobre cuestiones de moral y ética desde Aristóteles no han contribuido mucho al progreso del hombre, por el contrario, algunas narraciones han justificado con ideologías trasnochadas la vida de los esclavos.
<< «La filosofía es contingente, los hechos son irrefutables; las prácticas sociales vencen las interpretaciones y desafían los límites del pensamiento heredado>>
Por manera que ETICÓN y su importancia para fomentar cultura ética se acentúa con un punto de partida de decolonización. La ética constituye el sismógrafo del desarrollo de los pueblos en justa correspondencia con la efectiva práctica política y tecnocientífica que identifica hoy al mundo plasma. En concreto, es con la práctica cultural de ética, y no en la filosofía occidental europea, la que puede promover un sentido genuino de transparencia.
En suma, la ética no tiene que venir de ningún lado, es cuestión de humanidad. En otro giro, las ficciones se convierten en realidad, tal como las obras de Orwell y su <<1984>>, <<Un mundo feliz>> de Aldo Huxley, <<El Círculo>> de Dave Eggers, que nos pone a cuestionar la realidad.
En los tiempos plasma se busca la descripción ya no de formulaciones abstractas, sino de experiencias humanas concretas, como el dolor, la traición, la exclusión, la discriminación, el racismo, etc. Estas experiencias al ser compartida generan solidaridad, lo que permite concebir al ser humano como <<uno de nosotros>, y no <<ellos>>. En una aproximación a esta perspectiva de ver al ser humano juzgado como uno de nosotros, se muestran el trabajo del filósofo moral contemporáneos Stephen Darwall sobre el punto de vista de la segunda persona con su obra fundamental The Second-Person Standpoint: Morality, Respect, and Accountability (2006), pero con una visión que los filósofos analíticos no hacen, Darwall escribe sobre el corazón en su libro El corazón y sus actitudes (2024). Por algo se dice que los filósofos viven la vida «en sus cabezas» en lugar de «desde sus corazones».
El reconocimiento de ETCON como símbolo de la ética mundial no es cuestión de teoría, sino de práctica, o lo que es de mayor alcance, de pragmática [Hoover Wadith Ruiz Rengifo]. La idea es reescribir la moral para una ética en el siglo XXI actualizada responsiva desde la necesidad. Se recomienda crear una red de información que genere una entidad o realidad intersubjetiva[8] de la ética y ETICON como símbolo mundial de esta. En los tiempos plasma, ETICÓN se alza como un RITUAL y a su vez una práctica que decoloniza, humaniza y une al mundo en una red de solidaridad y autenticidad. Un mundo plasma es un mundo de responsabilidad compartida. En efecto, la moral es cuestión de responsabilidad. Un mundo alejado de culpas debemos transitar por la responsabilidad social, pasando por la responsabilidad de identidad y autenticidad donde la ética ocupa un lugar central hasta lograr una responsabilidad democrática en el nuevo true value.
[1]Presidente de la Asociación Colombina de Derecho penal Empresarial, ASCOLDPEM. Y CEO del Instituto HOOWARR de Derecho penal.
[2]LIPOVESTKY, Gilles. La consagración de la autenticidad. Traducción de Cristina Zelich. Anagrama, Barcelona, 2024, p.13.
[3]LIPOVESTKY, Gilles. Los tiempos hipermodernos. Anagrama. Barcelona. 2006. Passim.
[4] Cfr. RUIZ RENGIFO, Hoover Wadith. DOGMÁTICA Y PRAGMÁTICA PENAL. Editorial Leyer. 2024. Passim.
[5]Vid, KANT, Immanuel. Crítica de la razón pura. Traducción de Manuel G. Morente, Edición digital basada en la edición de Madrid, Librería General de Victoriano Suárez, 1928.
[6]Primer fake literario escrito con IA. Andra Colamedici, es el verdadero coautor del libro Hipnocracia.
[7]LIPOVESTKY, Gilles. Los tiempos hipermodernos. Editorial Anagrama. 6, passim.
[8]Vid., recientemente, YUVAL NOAH, Harari. NEXUS. Breve historia de las redes de información desde la edad de piedra hasta la IA. Random House. New York., p. 59 y ss.