Por Miguel Ángel Rodríguez Mackay.
Excanciller de Perú e Internacionalista
La decisión de la República Popular China y de Japón de exonerar a los peruanos del requisito de visa para ingresar en sus territorios, es una gran noticia, sin duda alguna. Creer lo contrario sería descabellado y hasta mezquino; sin embargo, aterricemos y pisemos tierra.
Un viaje hasta el otro lado del mundo será sumamente costoso para cualquier peruano de a pie. La medida, en lo inmediato, beneficiará a los grandes y medianos empresarios, principalmente, pues son los que, con realismo, cuentan con poder o capacidad adquisitiva; y, además, ya lo han venido haciendo, sometidos, eso sí, a la engorrosa tramitología para obtener la visa. Con un poco más de esfuerzo también lo harán los microempresarios y aquellos peruanos que tengan capacidad de ahorro.
La medida, que permitirá permanecer en China hasta por 30 días, para viajar por turismo o negocios, solo estará vigente hasta el mes de mayo de 2026, es decir, regirá por un solo año. Ahora corresponderá a nuestra diplomacia realizar su trabajo para persuadir a los chinos a que amplíen el plazo. Solamente cuando ello suceda, entonces, creeremos que será una medida adoptada pensando en un mayor número de compatriotas.
Así, pues, comenzaremos a redefinir las rutas de vacaciones, girando de las tradicionales como El Caribe o Europa, ahora atraídos por conocer la Muralla China o la Ciudad Prohibida, dos de los lugares turísticos de mayor demanda en el mundo.
Pero no debemos quejarnos y más bien asumir la decisión china o nipona —el Japón es la tierra del Sol Naciente—, y más bien ver esta circunstancia como una oportunidad. Ya sabemos que China quiere meterse al bolsillo a América Latina, y visto desde el realismo político, aunque sea legítimo, queda claro que China antes que ganar espacios de influencia en nuestra región, desde un enfoque geopolítico más preciso lo que pretende es quitárselo a Estados Unidos de América, que es distinto, y visto con lógica, el Perú está más cerca de Estados Unidos que de China, en muchos más aspectos que en solo el geográfico.
Finalmente, si alguien está creyendo que Estados Unidos hará lo mismo, pues, muy a mi pesar debo decir que eso no pasará, por lo menos, en lo inmediato.
(*) Excanciller del Perú e Internacionalista
