<<DEDERECHA>> y <<DEIZQUIERDA>>, DOS ENFOQUES POLÍTICOS EN EL BANQUILLO DE LOS ACUSADOS. La necesidad de un nuevo enfoque en Colombia.
Por Dr. hc. Múlt. Hoover Wadith Ruiz Rengifo.
Este neologismo que hemos acuñado sugiere una renuncia a posiciones tradicionales, lo plantea la cuestión de abrir el debate sobre posturas más fluidas en la política.
Así las cosas, Dederecha, expresa la renuncia, abandono o dejación de los principios, valores o posturas tradicionalmente asociadas con la derecha política, bien sea movimientos o individuos que han defendido ideas conservadoras o liberales en términos económicos. Se tata de distanciarse de ellas, reconsiderarlas o incluso adoptar posiciones más centristas o progresistas.
- Deizquierda, expresa abandono parcial o total de los ideales, posturas o principios tradicionalmente vinculados a la izquierda política, bien sea grupos o personas que, tras identificarse con el progresismo, el socialismo o políticas más igualitarias, han decidido cambiar su enfoque, adoptar perspectivas más pragmáticas, centristas o incluso liberales en algunos aspectos
Ambos neologismos sirven para describir fenómenos de transición ideológica, reconfiguración política o adaptación a nuevas circunstancias sociales y económicas.
De tal suerte, que, si se abandona tanto la derecha como la izquierda, lo que sigue es la búsqueda de nuevas formas de entender y estructurar la política. Esto puede dar lugar a enfoques más pragmáticos, centrados en soluciones concretas sin estar atados a ideologías tradicionales. Es necesario, entonces, un modelo político pragmático basado en la búsqueda de soluciones eficaces, la participación ciudadana y el uso de evidencia para la toma de decisiones, lo que genera: a) Enfoque flexible: Las políticas se diseñan según su efectividad, sin apego a doctrinas tradicionales, b) Participación activa: Se fomenta el debate abierto y la construcción de consensos en lugar de divisiones partidistas, c) Decisiones basadas en datos: se prioriza la evidencia científica y el conocimiento técnico para resolver problemas, d) Ética y bienestar común: Se buscan soluciones que maximicen el bienestar de la sociedad sin comprometer valores fundamentales, e) Gobernanza basada en soluciones y evidencia, f) Diseño de políticas flexibles: Las decisiones no estarían condicionadas por ideologías rígidas, sino por datos, experiencia y necesidades reales de la población, g) Participación ciudadana activa: Se implementarían plataformas de consulta y votación donde los ciudadanos aportarían ideas y evaluarían políticas antes de su aplicación, h) Uso de evidencia científica: Se recurriría a expertos y estudios para fundamentar decisiones sobre temas como economía, salud y medio ambiente, i) Consenso en lugar de confrontación: en lugar de debates polarizados, se buscarían acuerdos entre distintos actores políticos y sociales.
En este sentido, para evitar que las decisiones sean influenciadas por intereses privados, un modelo de gobernanza pragmático podría implementar varias estrategias clave:
- Transparencia total: Publicación de datos sobre financiamiento, reuniones y procesos de toma de decisiones para que la ciudadanía pueda supervisar el gobierno.
- Participación ciudadana directa: Mecanismos como consultas públicas, presupuestos participativos y plataformas digitales de votación ayudarían a evitar que solo unos pocos tengan poder sobre las políticas.
- Auditoría independiente: Creación de organismos autónomos que revisen decisiones y detecten posibles conflictos de interés.
- Leyes anticorrupción sólidas: Regulaciones estrictas para prevenir el lobby descontrolado y asegurar que los funcionarios rindan cuentas.
- Uso de tecnología y datos: Inteligencia artificial y análisis de datos pueden identificar patrones sospechosos en decisiones gubernamentales y contratos públicos.
- Equilibrio de poderes: Instituciones con autonomía, como tribunales y medios de comunicación independientes, ayudarían a limitar la influencia de intereses privados.
Desde un enfoque pragmático, algunas estrategias con mayor probabilidad de éxito incluyen:
- Transparencia total: Cuando la información sobre decisiones y financiamiento es accesible al público, se reduce la posibilidad de manipulación por parte de actores privados. Países con sistemas abiertos de datos han logrado mejorar la confianza ciudadana.
- Auditoría independiente: Organismos autónomos con poder real para investigar y sancionar pueden marcar la diferencia, como ha ocurrido en lugares donde se han fortalecido tribunales anticorrupción.
- Equilibrio de poderes: La independencia de las instituciones es clave. Si los jueces, medios de comunicación y autoridades regulatorias tienen libertad para actuar sin presiones, se pueden evitar abusos.
Hay que reconocer que la participación ciudadana activa y el uso de tecnología son herramientas que requieren educación y compromiso de la población. Sin una ciudadanía bien informada y dispuesta a exigir transparencia, hasta los mejores sistemas pueden ser vulnerables.
Hay países que han adoptado modelos de gobernanza pragmáticos (admite decir también híbridos) con éxito como Japón, por ejemplo, que ha desarrollado un enfoque híbrido que combina regulación con eficiencia y colaboración internacional en áreas como la inteligencia artificial. También hay estudios sobre gobernanza pragmática en otros contextos, como la gestión de biodiversidad en los Países Bajos.
En cuanto a Colombia, el país debe avanzar en mejorar su gobernanza con estrategias de transparencia, descentralización y participación ciudadana. Sin embargo, existen serios vacíos ante el desafío en la implementación de modelos pragmáticos, como lo es la búsqueda para mejorar la gestión pública y la confianza ciudadana, especialmente en municipios afectados por conflictos. Por manera que, si Colombia lograra consolidar mecanismos de transparencia, participación y toma de decisiones basada en evidencia consolida un enfoque pragmático.
Atentamente,
Hoover Wadith Ruiz Rengifo
CEO ASCOLDPEM e INSTITUO HOOWARR DE DERECHO PENAL