Miguel Ángel Rodríguez MackayPerú

Evo, Arce y la crisis boliviana

Por Miguel Ángel Rodríguez Mackay
Exministro de Perú

Aquellos opinólogos que vienen diciendo en nuestro país que se viene un  éxodo boliviano hacia el Perú por la crisis económica en el hermano país altiplánico, son unos completos irresponsables que solamente están buscando llamar la atención de los medios para tener presencia mediática o no conocen realmente del tema, siendo las dos cosas absolutamente complementarias.

El caso boliviano dista de la desgracia venezolana que ha llevado a una migración realmente masiva que supera los 8 millones de sus habitantes al 2025. Aunque el gobierno de Nicolás Maduro se parece al de Luis Arce y al predecesor de éste, Evo Morales, en el sentido de que constituyen regímenes desastrosos porque han conducido la economía de sus países hacia el abismo, lo cierto es que en Bolivia a la gente todavía le queda la esperanza de que en las elecciones presidenciales del mes de agosto próximo, el país pueda hallar la ruta de la esperanza que les devuelva la oportunidad de enrumbar el destino hacia el desarrollo que ni siquiera ha asomado; en cambio, en Venezuela, la esperanza del cambio, fue sepultada hace tiempo.

Los gobiernos del Movimiento al Socialismo, es decir, el de Evo Morales y el de Luis Arce, que fuera ministro de economía de Morales por más de 11 años, engañaron todo el tiempo a la población a lo largo y ancho del país, y de paso a los países de la región, que vieron con sana envidia, las cifras en azul de la economía boliviana, pero que en realidad se trató de un pseudo crecimiento económico. La receta de la nacionalización de la economía emprendida por los referidos protagonistas de esta columna, lo único que ha producido ha sido una burbuja financiera, o sea, un completo engaño a la nación. Los bolivianos deben darse cuenta que todo el tiempo fueron víctimas de estos dos señores, cada uno con su estilo, y los dos completos asaltantes del Estado boliviano, hoy dominados por sus pugnas.

Los hermanos altiplánicos deberían despertar y decidir una conducta de rechazo hacia este par de empíricos que han conducido al país a una de las mayores crisis económica de su historia reciente. Los militares de Bolivia, pero sobre todo la ciudadanía, deberían mirar la desgracia venezolana y cortar rápidamente con estos gobernantes que han llevado al país a la ruina total. Creyeron que, levantando un teleférico en la ciudad de La Paz, iban a mantener distraídos o engatusados a la ciudadanía. Bolivia tiene una moneda que yace en el suelo, y evidencia una escasez de combustible imperdonable en un país que, precisamente, lo que más tiene son recursos. La foto en la frontera boliviano-peruana de gente queriendo cruzar hacia nuestro país, es circunstancial y no porque la crisis también lo sea, sino porque los bolivianos todo el tiempo han venido realizando el contrabando hacia nuestro país, hoy solamente agudizado por la crisis que comentamos. Sin dinero para nada será muy difícil que puedan hasta emprender una salida masiva del país. El pueblo boliviano tiene en sus manos reorientar su destino.